Riquelme en 4 dias, otros en una vida....

En una nueva copa, se pierde el valor del oro, para ganar en el valor del silencio que es propio y ajeno. Nuevamente campeón, cuatro días, para otros una vida.

Román gambeteo como el de 2000, asistió como el de siempre, definió como Palacio, pero entro en la historia como Riquelme....

Esa gambeta estuvo de gala, compartió escenario con la asistencia de la gente, pero la pegada, con un monologo hecho por la historia, se ganó la ovación del invicto.

Buscó casi todo el partido, como si Beijíng fuera el torneo local que cada cuatro años gana River, como si fuera una Copa de Verano auspiciada por el Barrio Chino y las palabras "desgaste del viaje" se refirieran a ir a la costa de Argentina.

Gambeta y pase, algo que va de la mano si esta promovido por la cabeza y no las piernas. Magic Johnson se sentiría orgulloso de ese pase a Palacio, mirando para otro lado.

Báez tiene que haber sido de la tribu urbana de los “Emos” porque si Riquelme metía ese golazo, le daba depresión.....

Tengo que reconocer que mi viejo es un “Emo”.Minutos antes puteaba por la definición, imagínense mis respuestas. Lo único reproducible fue: “¡No festejes antes de tiempo, todavía no termino, va a meter un gol, te lo voy a gritar en la cara!” Acto seguido, al tiempo miro arriba y digo: “Una mas por favor, Dios” Viene el tiro libre, “No si patea despacio” y lo demás es la historia del gol que más grite en mi vida. Tanto que me quede medio afónico.....