jueves, 7 de junio de 2007

Redondo:"Me hubiera encantado jugar con Riquelme"


El ex volante siempre la devuelve redonda. Cuenta a quiénes descubrió ahora que volvió al país, habla de la Selección y pide más concepto: "Cuando la pelota pasa por Román, el fútbol es diferente".

Ahora que volviste a Buenos Aires, ¿percibís que están los redondistas y los anti Redondo?
-Yo siempre estuve tranquilo con mis decisiones, pero no pasé por alto eso... Siempre fui respetuoso, incluso con los que decían que yo no quería jugar en la Selección, una tontería (hace caras). La Selección es el orgullo máximo, aunque no a cualquier precio. Como nada en la vida. A veces, en el hincha hay falso nacionalismo, pero es un tema que dejé de recorrer.

-¿Qué te hubiera gustado que ocurriera y no pasó en tu larga carrera?

-Me hubiera gustado no tener que decirle nunca que no a la Selección. Haber estado más y aspirar a ganar un Mundial. Es una espina... A nivel de clubes estuve en el Milan, en el Madrid, gané Champions, Ligas... A más no se puede aspirar. Pero es la vida misma: no se puede estar con la herida abierta eternamente. Sería no avanzar.

-¿Con qué fútbol argentino te encontraste?

-Hay otro ritmo de juego, menos pausa, menos fútbol del que me gusta. Y en muchos casos falta concepto: empiezan por la izquierda y quieren seguir jugando por allí, la obligación de jugar todas las pelotas para adelante. De todos modos, no me gusta ser negativo. La realidad también indica que siguen saliendo buenos jugadores.

-Jorge Valdano dijo que el milagro se llama Leo Messi. ¿Vos también le ves cosas de Maradona?

-Es un grandísimo jugador y lo está demostrando ahora en cada partido, como el último de la Selección. Es un placer: tiene cosas que mueven la sensibilidad. Pero no sé si es buena la comparación con Maradona, porque él será siempre único. Aunque yo creo que después de Diego, Messi es uno de esos jugadores que sorprenden y nos va a seguir sorprendiendo. Tiene talento natural y toda esta experiencia, estos partidos en la Selección, le servirán para el Mundial.

-¿Cómo lo ves a Gago? ¿Tiene cosas tuyas?

-Le veo cosas. Fundamentalmente la intención de ofrecerse siempre, de ser desahogo. A mí me gusta que un volante central sea siempre el vértice de la jugada. Que no se limite a cortar. Resignar a un jugador en esa posición estrictamente a la recuperación, es dar ventaja. Aunque la realidad es que cada vez quedan menos de los que juegan como a mí me gusta. Por eso sorprende cuando aparece Gago o Banega. En el mundo son pocos.

-Hace unos días se habló de Tevez al Real Madrid. ¿Puede andar?

-A Tevez lo veo en cualquier equipo. Me gusta ese carácter que tiene, aguanta todo, las pide siempre. Y después tiene eso también del fútbol que nos gusta. En el Mundial esperábamos conexiones de Tevez, Messi y Riquelme. El Madrid está en etapa de recambio y hay que delinear lo que se quiere de acá a unos cuantos años.

-¿A qué jugadores descubriste en el país?

-De los que no había visto mucho, me gusta (José) Sosa, el de Estudiantes, un jugador distinto. Carrizo, el arquero de River. Y siempre veo mucho mi posición, por eso destaco a Banega. Aunque es muy joven, hay que darle tiempo. Ver si se define como cinco, hay que verlo... Debe descubrir los secretos de la posición. Después me gustan muchas cosas de Mauro Zárate, de Vélez. Me parece que tiene algo distinto.

-¿Y en el mundo?

-Iniesta, del Barcelona. A pesar de sus limitaciones físicas ve bien el juego. Igual, el mejor jugador de este momento es Kaká, el brasileño. Tuve la posibilidad de verlo cuando llegó al Milan. Se puso esa camiseta con una tranquilidad sumamente escalofriante.

-¿Con quiénes disfrutaste desde adentro?

-Por mi posición, normalmente con el enganche. Dejemos de lado a Maradona, que es de otro planeta. Y lo poco que pude disfrutar fue increíble. Con Laudrup me encantó jugar. Seedorf, Verón, Rui Costa y Rivaldo también son jugadores con los que disfruté. Y me hubiera encantado jugar con Riquelme.

-¿Vos lo viste a lo Riquelme en el Mundial?

-Lo que pasa es que por las condiciones que tiene, uno siempre espera más de él. No lo hizo mal. Lógicamente puede dar más porque tiene una capacidad infinita, pero tampoco es fácil en un Mundial.

-Si fueras el técnico de un equipo de estrellas, le tirás la 10 enseguida....

-No, no quiero entrar en ese juego, prefiero ser espectador. Pero Gago y Cambiasso están seguro...

-¿Y Riquelme no?

-También. Cuando pasa la pelota por él, el fútbol es distinto. Acelera y desacelera, pone pelotas de gol. Llegó al Barcelona en un momento que lo limitó muchísimo. Aunque se venga de Boca o River no es fácil adaptarse al Barsa o al Real. Y menos con un Van Gaal que pide cosas de otro mundo. A mí siempre me pasó que necesité creer en el entrenador, sentirme respetado para después poder rendir. Riquelme necesita eso. En el Villarreal, volvió a hacer lo que hacía en Boca.

-Vos lo fuiste: definí a los buenos jugadores.

-No es sólo el que sabe gambetear o tirar caños. Tiene que ver mucho con la cabeza para tomar las decisiones acertadas. La diferencia está en el carácter o la mentalidad. Pasa mucho por la inteligencia también.

-El Cholo Simeone dijo antes del Mundial que la gran diferencia con Brasil es que ellos tienen cracks, y Argentina muy buenos jugadores.

-Argentina los tiene. Verón es crack, Riquelme es crack, Tevez es crack, tenemos jugadores. Haciendo la comparación con Brasil, ellos multiplican, eso es cierto. Pero nosotros tenemos mentalidad, carácter, la forma de movernos una vez que nos ponemos la camiseta. No nos da lo mismo ganar que perder. Esa es una diferencia que nos agrega uno más. Y eso nos pone a la altura de ellos, porque en cantidad de jugadores nos superan.

-¿Qué falta?

-Nos falta estimular el talento. El jugador argentino lo tiene, pero hay que estimularlo, no limitarlo. No es sólo jueguen, es ir aportándoles cosas. A veces la diferencia está en saber que tenés que arriesgar. Yo apuesto más a eso. En una pelota parada te pueden llegar a sorprender, pero todo se ve ahora. Cuando vos apostás por el talento en la fase decisiva del juego, eso es difícil de contrarrestar.

-¿La táctica actual limita un poco la técnica?

-Desde infantiles vemos que hay una preocupación por ganar. No ves a un defensor, o un equipo, que salga jugando. No corre riesgos porque puede perder... Equivocamos los caminos en la formación. Me acuerdo de que en Argentinos era ver quién jugaba mejor. El que tiraba la pelota arriba provocaba un grito terrible del técnico. He ido ahora a ver partidos de Inferiores y los defensores cortan la jugada y no se preocupan por la posesión de tu equipo. Así como van, intentan cortar... Si al chico no lo estimulás en las Inferiores... La táctica siempre es buena, pero con flexibilidad. Y de acuerdo al futbolista que tenés. Creo en los jugadores, no en los sistemas rígidos.

-¿Depende de los DT?

-Con algunos te sentís más identificado por lo que proponen. Pero poder superar eso, a veces, te hace mejor futbolista. Depende de uno... Yo venía del Tenerife y el primer año en el Real ganamos la Liga, con Jorge (Valdano), jugando un fútbol exquisito. Luego vino Capello y quería algo totalmente distinto. Me dijo que me había visto y que pretendía otra cosa. Verticalidad y no tanta elaboración.

-Te adaptaste.

-No podés decir me voy. Ni quedarte y traicionar tu idea. Sí quedarte y después veremos... Me quedé y fue una etapa muy buena. Disfruté menos dentro de la cancha pero no traicioné mis convicciones. Terminamos jugando bien. Al principio ganábamos por la categoría individual. Capello se fue soltando y en la segunda etapa, el equipo jugaba bien. Fue una cosa natural, no se habló. Se fue perdiendo la rigidez y Capello no decía nada. Si me pedía que tenía que hacer marca al hombre, seguir al 10 contrario, le hubiera dicho no.


-No todos pueden.

-Yo pude y me dio tranquilidad para seguir adelante.

-Como con Passarella.

-No quisiera entrar otra vez en el tema. Uno debe estar capacitado para decir que no. Después, ya con Bielsa, él estaba por llamarme, le hablé y le dije que tenía la rodilla jodida. No podía. Fue distinto, una lesión, me tocó sufrir bastante en mi carrera... Fui claro. No me hubiese gustado estar y rendir al 50%. Y Bielsa se portó muy bien conmigo.

-¿Pekerman llegó tarde a la Selección? El siempre admiró tu juego.

-Ja, puede ser. Tengo mucho respeto por él. Pero prefiero no pensar en situaciones que pudieron ser. También me hubiera gustado jugar en Independiente, porque mi familia es hincha, y no pudo ser. O retirarme ahí. Se habló y sé que Daniel Bertoni también quiso, pero ya no era mi momento. No estando bien no iba a disfrutar y creo que tampoco iba a servir. Lo típico, se iba a decir "vuelve para robar la plata". Pero no pasaba por ahí. Cuando no podés dar lo mejor, siendo algo que deseas, es preferible ir a la tribuna. Yo por suerte tuve el privilegio de jugar en Argentinos.

-¿Y Basile?

-Destaco la fuerte personalidad que tiene, su sencillez para transmitir conceptos, momentos anímicos. Tuve diferentes técnicos, muy estudiosos, otros que parecen menos. Cuando dicen que el Coco no trabaja lo táctico, no mira videos... El simplifica las cosas. El entrenador tiene que ser respetado y creíble. Es fundamental para al éxito. Y Coco tiene eso. Te hace llegar el mensaje y sentir importante. Estoy muy ilusionado con esta nueva etapa: será como una gran revancha por lo del 94...

-Diego dice que ese equipo superó al del 86.

-No sé. Ellos salieron campeones. Pero en el 94 mirabas para adelante y eran infinitas las alternativas. Y cómo había arrancado Diego... Teníamos a Batistuta, Caniggia, Balbo, el Cholo y yo. No nos pudimos reponer de lo de Diego. Nosotros también tenemos el recuerdo de un equipo que jugó bien. Con Diego en campo no teníamos rival.

-¿Qué les dijo cuando se enteró del positivo?

-Estábamos en su habitación, lo recuerdo perfectamente. Diego se sentía muy mal, lloraba y nos dijo que se la habían jurado. Después contra Bulgaria se vio un equipo desdibujado. Con Rumania, a pesar de haber perdido, tuvimos otra respuesta anímica. Pero no lo pudimos levantar. Fue muy fuerte, muy fuerte.

-El era un galáctico de verdad. ¿Y Beckham?

-(Piensa, duda) Le pega muy bien a la pelota...

-Sí, le pega muy bien...

-¿Nada más?

-Y... le pega muy bien. Después tiene lo mediático, aunque con ese componente Cristiano Ronaldo puede ser bueno. En el Madrid, Figo, Raúl, Roberto Carlos, Zidane y Ronaldo fueron galácticos. No él. Te paran más en las calles de Madrid o en las de Buenos Aires?

-Acá paso más inadvertido que en Madrid. Es que voy a cumplir 38 años: ya hay un montón de chicos que no me vieron jugar. Por eso me saludan más los padres que los hijos, ja. Pero disfruto mucho de eso... Me encanta Buenos Aires. Antes mis tres chicos me veían poco. Ahora, desde que dejé de jugar, llegan los fines de semana y pensamos en qué hacer...

-¿Se puede decir que allá sos más ídolo?

-En Madrid viví una etapa muy fuerte. Ganar una séptima Copa de Europa después de 37 años, con los monstruos que habían pasado por ahí, no es fácil. El equipo del Buitre (Butragueño) en España arrasaba pero no podía en la Champions. Sí, yo me siento muy querido en Madrid.

-¿Cómo fue la vuelta? ¿Qué país encontraste?

-No con el que yo quisiera. Si bien hay una generación que está atenta y que pelea por salir de la mediocridad, el sistema no ayuda para nada. Hay muy poco respeto, poca tolerancia, a pesar de la mejoría económica.

-Vivías en una sociedad que funciona y encima pertenecías a una elite.

-Hay cosas que me dan bronca. ¡Por qué no podemos estar como ellos! Tiene que ver con la educación. Si no la hay, no hay respeto ni una serie de cosas consecuencia de eso. Es lo más complicado y lo doloroso. Porque con nada la Argentina resurge. Pero hay una cultura instalada que es preocupante.

-¿Qué haces acá?

-No tengo grandes misterios. Voy al cine, leo. Tengo una gran influencia de los escritores latinoamericanos y algunos españoles. Me apasiona la historia, también. Es algo que siempre me desconectó. Cuando tenía momentos difíciles, me sirvió para hacer un click. Lo heredé de mi madre y ahora lo hago con mis hijos, les estimulo la lectura. Lo tenemos al alcance y es muy enriquecedor.

-¿Seguís jugando al fútbol con tus amigos?

-Espero poder seguir jugando muchos años porque cuando juego disfruto. -¿Tu continuidad en el fútbol será como DT?

-Lo pensé. Esa es la forma más directa de seguir. Tener un equipo que interprete tu modo de pensar debe ser fantástico. Pero si la pelota no entra en dos partidos ese proyecto se corta... No me veo en un banco. Por lo menos por ahora.

-¿Y en otro lugar?

-No lo sé. Me encanta el fútbol y no sé si encontraría un lugar. De la misma manera que cuando jugué, tengo que sentir que me estimula y que puedo aportar cosas. Tampoco me vuelve loco. Hierro, que hace un año dejó de jugar, me decía que no se le pasaba el día. A mí no me ocurre. El cuerpo no me lo pide. Quizá nunca lo haga.

-¿Cuando ves los partidos no extrañas nada?

-Cuando voy al Bernabeu al ver al Madrid, sí me dan ganas de estar adentro. Pero no voy mucho a la cancha. Me gusta verlo por televisión. A veces me dan ganas de ir y llevar a mi hijo. Pero lo lleva mi padre, mi hermano, mi cuñado.

-¿Cómo fue tu proceso al dejar de jugar?

-Lo primero fue la decisión de dejar. Medio forzada porque llegué al Milan y estuve casi dos años sin jugar. Si tenía que dejar ahí hubiese sido traumático. Pero cuando empecé a ver que no estaba como antes, que no me recuperaba, fue distinto. Y a partir de ahí dije que me podía retirar aunque el fútbol siguiera siendo mi gran pasión.

-¿Ahora presionás para que juegue tu nene?

-No... Yo veo padres que a sus hijos los presionan. No me gusta. El tiene 12 años, le gusta jugar al fútbol y yo lo acompaño. Voy a tratar de darle todo el apoyo que me dio mi padre. A veces tengo ganas de decirle cosas y algo le digo...

-¿Juega de cinco?

-Volante por izquierda. Aunque es derecho. Eso que mi mujer también es zurda. Juega en Floresta, donde iba yo de chico. Pero cambió mucho a mi época. Podías estudiar en un colegio de doble escolaridad y jugar. Hoy se complica porque se entrena a las tres de la tarde y tenés que resignar la educación. Y el fútbol no te asegura nada.

-¿Y si debe elegir entre estudiar y el fútbol?

-La educación es básica. Deberíamos buscar alternativas. No quisiera que dejara de estudiar o resignara calidad de educación.

-¿Independiente o Real?

-Empezó a ir a la cancha en el Madrid, le tocó la etapa de la Copa de Europa. ¡Pero es de Independiente! Si no, en casa no come, ja.

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