jueves, 10 de mayo de 2007

Román, otra bandera para seguir de pie



Cada vez justifica más el dineral que Boca está pagando por sus servicios... Anoche, de a ratos, Juan Román Riquelme fue jugador y fue técnico de Boca. Y para muestra, basta un botón...

En el gol de Boca, ése que llegó por un tiro de esquina suyo y una metida de cabeza de Bustos, hubo mucho de fortuna, pero también algo de lógica. Pasó así: mientras el 10 de Boca iba caminando a ejecutar el tiro de esquina desde la izquierda, se lo cruzó a Palermo y lo llamó para decirle algo al oído. El 9 fue al área y le ordenó a Palacio que dejara el segundo palo y se ubicara en el primero. Palacio, obediente, fue hacia allí y terminó de acomodarse en el lugar que Román, luego por señas, le indicaba.

El final de la historia es conocido: la pelota fue adonde estaba Palacio y Bustos, sin querer, metió la cabeza e hizo el gol que, al cabo, clasificó a Boca...

Así, siendo determinante en el primer tiempo, jugando un gran complemento y ordenando al equipo de acuerdo a las circunstancias, Román volvió a lucirse. Un minuto antes del gol, obligó a Peratta a esforzarse para manotear un disparo suyo que se metía en el primer palo. Y luego, con Boca padeciendo el hombre de más de Vélez, se paró sobre la izquierda y empezó a tener la pelota. Nadie se la podía sacar y, cuando lo lograban, era con foul.

Corrió como nunca, recuperó varias pelotas y, obviamente, atacó: metió en tres minutos dos tiros en el travesaño de Peratta.

"Tuve un poco de suerte en el gol, tal vez la que me faltó en los tiros en el travesaño", dijo Román. Luego de decir que "ganó el mejor", avisó: "El cansancio empieza a sentirse, pero Boca debe pelear todo: ahora hay que pensar en Arsenal..."

1 Topos Gigios:

Anónimo dijo...

que mal jugamos,para resumir voy a repetir lo que dijo victor hugo:"si no era por riquelme boca era un equipito".Ni seis meses ni un año,toda la vida.