jueves, 17 de mayo de 2007

Nos aconseja y saca presión



Román siempre fue un monstruo. Me enamoré de su juego desde el primer día que lo vi jugar. Cuando estaba en Alta Gracia no me perdía ningún partido suyo. Seguía cada uno de sus movimientos, estudiaba cómo le pegaba a la pelota. En ese momento yo jugaba de enganche en Talleres y soñaba con estar en su lugar. ¡Siempre fue mi ídolo!

Llegué a Boca justo cuando él se marchó al Barcelona y me dije: "¡Qué mala suerte!". Pero el fútbol siempre te da revanchas. Hoy somos compañeros de equipo. No te imaginás lo que significa jugar al lado de tu ídolo, del jugador que siempre admiraste. Sé que tengo que ser inteligente y por eso trato de observarlo permanentemente, adentro y afuera de la cancha. Además, en los partidos nos habla, nos aconseja, nos ubica y hasta nos saca presión. Yo trato de vivir cada partido concentrado durante los 90, pero de repente inventa algo y te conmueve. Sentís tanto placer por lo que hace que te dan ganas de aplaudirlo.

0 Topos Gigios: