viernes, 13 de abril de 2007

Miralo bien

Hay un nuevo Riquelme: además de su talento, hace los relevos y vuelve por izquierda para que se suelte más Neri.

Se ve en los partidos. Y en la práctica de ayer se profundizó aún más. ¿Qué cosa? La real posición que ocupa Juan Román Riquelme dentro del campo de juego. En el Boca de Bianchi, en ese equipo en el que Romy se lució casi como ningún otro jugador de ese plantel, era el enganche, el que tenía libertad total de movimientos, el que no tenía responsabilidad en la marca o en la recuperación de la pelota. Claro, estaba rodeado, casi siempre, por tres volantes que se encargaban de correr por él. En este Boca, se ve a un Román distinto. Parte como enganche, pero en realidad, se tira permanentemente hacia el costado izquierdo. Y muchas veces, como en el entrenamiento de ayer, queda parado como volante por izquierda. En ese cambio posicional influye mucho el juego de Cardozo. Neri es el que rompe con el esquema propio y también con el del rival con sus famosas diagonales. Ayer, de hecho, cuando Román bajaba por la izquierda, Neri terminaba parado unos metros delante de Ever Banega. E incluso, en algunas ocasiones, se lo vio retrocediendo ¡por la derecha!

Ahí es cuando se ve a este Riquelme más solidario, más comprometido en la recuperación de la pelota, hasta con más despliegue. Si bien no lo vamos a ver tirarse al suelo, lo que hace Román con inteligencia táctica es ocupar un espacio, hacerle el relevo a Neri. En los partidos sucede ocasionalmente. Ayer, en el ensayo, pasó más seguido. En este Boca, el que parece tener total libertad para moverse a piacere no es Romy sino Cardozo. El gol de Neri, el primero de los cinco a la Quinta, fue con un remate en la medialuna del área. ¿Cuántas veces el pibe desbordó por la izquierda? Nunca. Con mayor experiencia, ahora Román también les da una mano a los del medio. Aunque no lo veamos...

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