jueves, 1 de marzo de 2007

"El Coco Gigio"

"A Riquelme le gustaría ser citado y jugar la Copa América. Su mamá ya dejó de ser un problema. Falta el contacto con Basile, a quien no llama para que no parezca una postulación. Su guiño será en cancha".

La relación se rompió tiempo después de lo que debió ser una luna de miel (el Mundial de Alemania). Y terminó de desencadenar el divorcio. Sin embargo, las cenizas capaces de avivar el fuego todavía perduran, existen. Y tienen futuro. Acaso por una reconciliación que se palpita muy cercana... Pasaron cinco meses y medio de aquella ruptura. Fue un adiós doloroso, inesperado, acosado por las críticas y los sufrimientos internos y externos. "Me lo pidió mi mamá, es por la salud de ella", fue el argumento y, se sabe, la sensibilidad amortiguó la crítica. En realidad, lo que Román necesitaba en ese momento era tranquilidad. Una paz interior que parece haber recuperado ahora, otra vez en su país, en este regreso a su club que le devolvió algo de su propia alma. Porque las ganas de ponerse la celeste y blanca, siempre lo confesó, pocas veces le faltaron. ¿Y entonces? Y entonces la ventana se abrió sin querer queriendo el día de su presentación en Boca. Y hoy es ventanal, puerta. Una puerta que el propio Riquelme está decidido a cruzar para jugar la Copa América. ¿El? Sí, él. Y aquí lo determinante: el Coco también está dispuesto a devolver la llave de esa cerradura que, como técnico, nunca cerró.


¿Esto significa que Riquelme vuelve a la Selección? Significa que lo que hace unos meses parecía imposible hoy es muy posible. Significa que tiene muchas ganas de ponerse otra vez la celeste y blanca: Olé averiguó que les repite eso a sus amigos íntimos.

Significa que quiere jugar la Copa América, tal como lo manifestó en la última entrevista que dio antes de su renuncia. Es cierto, aún falta para que este deseo sea un hecho (se juega desde fines de junio), pero es pronóstico de sol en un día de pleno verano. Muy difícil que falle.

Lo que empuja ese reencuentro es el cambio de postura de Romy, otra vez vinculado al fútbol nuestro de cada día. ¿Y su mamá? ¿No volvería a exponerla a ese sufrimiento que lo llevó a la renuncia? En ese sentido, es el nuevo contexto lo que invita al replanteo: Román siente que al estar en el país puede manejar mejor esa situación, actuar como protector en persona, algo que la distancia no le permitía antes. Y eso le da otra calma.

Después, detrás de sus ganas también está lo mismo que siente Verón: la necesidad de ubicar una imagen distorsionada dentro de una más real a su figura de ídolo de masas. La voz interior dice que esa redención sólo se logra ganando algo con la Selección. Y la Copa América, en un proceso que busca crear una mística en la que los históricos dejen de estar prohibidos para aportar a la causa, aparece como la oportunidad ideal.

Por todo, Román está esperando un guiño de Basile. ¿Y no debería ser al revés? ¿No tendría Riquelme que decirle al Coco que sí, que es otra vez convocable? En realidad, por la personalidad de Román, parece difícil que se anime a un llamado semejante. No quiere postularse. Pero sus índicios son claros. Aunque también quiere ver cómo se va sintiendo en este regreso al fútbol argentino, sabe que la mejor manera de decir estoy, y sin llamados, es con la repetición de esos pases riquelmeanos que se vieron el sábado. Así, todo indica que si Alfio le da el okey, como se lo dio a Verón, el hombre que falta, el enganche que hoy no tiene la Selección, también se pondrá la celeste y blanca.
Por lo pronto, aunque no volvieron a encontrarse todavía, la onda entre el DT y Romy sigue intacta. La renuncia del diez de Boca no dejó secuelas y eso es un paso adelante en lo que está por venir. Riquelme siempre habló bien del Coco: "Con Basile hablé y me entendió rápido", dijo aquella vez. Y el DT lo quiere: lo eligió capitán nada menos que en el inicio de este ciclo, lo siente como una incorporación clave en esa intención de volver a convertir a la Selección en un objeto deseable y convocante, y es, sin dudas, fundamental para el esquema 4-3-1-2, el clásico, el que más le gusta. Por eso, es fija para la Copa América. Y al lado de Verón, con el que Romy tiene buena relación (podrían convivir sin problemas), al punto que la convocatoria de la Bruja también debe haber sido un efecto contagio para Romy: de hecho, los dos cargan con la misma cruz. Esa de la que quieren resucitar. De una vez.

2 Topos Gigios:

Anónimo dijo...

hola gonza la verdad que la pagina esta barbara y las fotos expectacular, como veras soy fanatico a muerte de roman y bueno teniendolo aqui en argentina se lo ve muy bien y con esta noticia de que quiere volver a la seleccion me pone muy contento, asique dios quiera que vuelva por el bien para nuestra seleccion.
un abrazo simon.
ROSARIO, SANTA FE. ARGENTINA

Anónimo dijo...

hola gonza la verdad que la pagina esta barbara y las fotos expectacular, como veras soy fanatico a muerte de roman y bueno teniendolo aqui en argentina se lo ve muy bien y con esta noticia de que quiere volver a la seleccion me pone muy contento, asique dios quiera que vuelva por el bien para nuestra seleccion.
un abrazo simon.
ROSARIO, SANTA FE. ARGENTINA