viernes, 2 de marzo de 2007

Coco es un romántico

Basile, enterado del guiño de Riquelme, quiere tenerlo en la selección y ya no se fijará en quién llama primero. Para citarlo esperará a que se acomode a Boca.

Parecido al caso Redondo.


No hay nada más viejo que el diario de ayer, es cierto, pero en este caso le da contexto al relato. Olé publicó que Juan Román Riquelme quiere volver a la Selección, que su mamá ya dejó de ser un problema, que se ratonea con la Copa América, que no tiene problemas con la Bruja Verón. Su único inconveniente, por llamarlo de algún modo, es que no quiere llamar a Basile para avisarle porque sentiría que se está postulando. Pero el entrenador anunció que lo tendrá en cuenta después de que levante su renuncia... ¿Entonces? Aquí no ganará quien tenga más crédito en el celular. Traducido: el Coco también quiere jugar con su enganche preferido y lo imagina pronto en Ezeiza. No le importa mucho que lo llame o no.

"Ahora tiene armada una lista, y además quiere que se pueda acomodar al fútbol argentino. Pero no es indispensable que Riquelme anuncie que está listo para ser citado. En el 92, cuando el Coco citó a Redondo, que le había dicho no a Bilardo, no esperó que el jugador lo llamara", dijo una persona que, además de buena memoria, tiene llegada directa al entrenador. Aquella historia terminó con el Príncipe de cinco titular en el Mundial 94.

Basile no tiene ningún rencor con Riquelme, su primer capitán en el debut con Brasil (0-3) y también su primer renunciante. Que el jugador lo haya llamado a San Pablo antes de salir en el noticiero más visto del país (Telenoche) y que en el medio estuviera la salud de la mamá de Román, lo inhabilitaron para el enojo. "Al Coco le encanta Román. Si le dio la cinta para levantarle el ánimo", contó otra persona del círculo de confianza del técnico. Es el enlace que quiere para la Copa América 07, pero no se apurará a citarlo por dos motivos: queda tiempo para el debut (el 28 de junio contra Estados Unidos) y, más que nada, porque al 10 de Boca no necesita verlo entrenarse.

Pese a los rumores de diverso origen, aún no hubo encuentro. Ni llamada. Nada. Quizás eso era lo que esperaba el carácter especial de Riquelme, pero Basile recién se enteró del guiño del estratega por el comentario que les hizo a sus íntimos. "El Coco, aunque no lo ande ventilando por ahí, es de llamar a todos los jugadores. Y convocó a Verón, al Pupi Zanetti... No baja a nadie", se sumó a su perfil. Así, es probable que el próximo telefonazo no sea para preguntar si quiere volver sino para confirmar que está de vuelta. La famosa lista del fútbol local puede alterarse semana tras semana.

Román, en tanto, se pone las manos tipo Topo Gigio a la espera. En los asados con sus amigos cuenta que el sufrimiento de su mamá se acentuaba con la distancia, que él estaba en Villarreal y no podía magnificar las críticas. Pero ahora, cerca de casa, es una dificultad que puede manejar. "Ella no me pidió que renuncie, la decisión siempre es mía. Ahora quiero rendir en Boca y luego se verá", fue su declaración pública apenas retornó. Porque, según se susurra, su táctica no es hablar sino poner pases bochinescos. O, en su caso, riquelmianos. Eso dice el diario de hoy...

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